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Explosiones y caída de ceniza en el volcán Sabancaya

sábado, 12 de noviembre de 2016


El volcán Sabancaya es uno de los más activos al sur de Perú y esta semana entró en un proceso eruptivo que ha afectado a las poblaciones cercanas de la provincia de Caylloma, región Arequipa. El domingo 6 de octubre en la noche los científico del Observatorio Vulcanológico del Ingemmet reportaron la primera explosión leve. En los días siguientes, más ceniza siguió expulsándose desde el interior del macizo. El jueves el material volcánico llegó a los pueblos del valle del Colca, una importante zona turística de Arequipa.

En este Twitter Momentos se resume el proceso eruptivo del volcán Sabancaya.

La hambruna golpea a los alpaqueros

lunes, 1 de febrero de 2016

- Debido a la escasez de lluvias generada por el fenómeno El Niño la mortandad de la población de alpacas ya llegó al 5% en la provincia de Caylloma




 Las quince crías de alpaca que han nacido esta semana en la estancia de Esther Condo están condenadas a morir. El pasto en su terreno, ubicado en el sector de Hanansaya 3 del distrito de Callalli (provincia de Caylloma), ha desaparecido y en los alrededores los bofedales también se están secando debido a la ausencia de lluvias. A más de 3.800 m.s.n.m., el Fenómeno El Niño también está haciendo de las suyas. La falta de alimento durante estos primeros meses del año está provocando que los animales más débiles se enfermen y que las hembras preñadas empiecen a abortar. El mes pasado Esther ya perdió cinco alpacas recién nacidas, que no soportaron el hambre. Para recuperar algo de su inversión tuvo que mal baratear el cuero a S/.30 y salar la carne para hacer un poco de charqui para su familia. “Aún no sé qué hacer con las cabezas, tal vez me las guarde para preparar un caldito”, dice mientras enseña a la cámara fotográfica los restos de su reciente desgracia.

Esta mañana de jueves también la comida escasea y por eso se ha armado una competencia dentro del rebaño de Esther por la leche materna. Los machos más fuertes, alpacas mayores de 1 año, le roban la teta a las crías y los dejan sin alimentos. Uno de los bebés que ha intentado de succionar el pezón de su madre está temblando en el suelo. Este es el primer síntoma de la neumonía. En unos 20 días, este animal de piernas cortas y pelaje fino morirá si no recibe medicamentos ni mejora su dieta.


Si las lluvias no se regularizan en la provincia en lo que resta del mes, el rebaño de 130 animales de la familia Condo, al igual que la población de 456 mil alpacas desperdigadas en Tisco, Callalli, Tapay, San Antonio de Chuca, Yanque y Caylloma, tienen un futuro incierto. Roberto Neyra, director de la Agencia Agraria Caylloma informa que la mortandad de crías ya ha llegado al 5%, pese a que el valor máximo de muertes durante el primer trimestre solo debe alcanzar el 2%. “Hasta el momento ya se han reportado más de 4.000 abortos. Si para marzo no se presentan lluvias normales la mortandad superará el 35% de la población total”, explica el funcionario.

Para los especialistas de la Gerencia Regional de Agricultura la situación será más crítica durante los meses de invierno ya que las heladas destruirán las escasas reservas de pastos que se ubican por encima de los 4.000 m.s.n.m. A esa altura sí se están registrando lluvias esporádicas aunque no son los suficientemente potentes para mantener vivos los humedales que alimentan a los manantiales y ojos de agua debajo de las laderas.

Por esta razón, el presidente de la Federación Regional de Alpaqueros de Arequipa, Fredy Quispe, advierte que se ha empezado a sacrificar a los animales para que las reservas de alimento alcancen durante los meses más fríos. “Las sacas forzadas ya han llegado al 8% durante el mes pasado. Si no llueve hasta fines de marzo se tendrá que sacrificar mínimo al 40% de la población total”, informa el dirigente.



En Caylloma al menos son 5.000 familias de alpaqueros que se verán obligados a beneficiar a sus animales. En la puerta del camal del anexo de Chichas, ubicado a pocos metros de la represa Condoroma, encontramos a Donato Checa, un alpaquero de 65 años que dentro de unos minutos degollará a treinta de sus animales antes de que el precio de su carne se devalúe más. Debido a que en la mayoría de estancias se está vendiendo carne de alpaca, su precio ha caído a S/ 6,50 el kilo, cuando debería valer al menos S/ 7,50. “A lo mucho sacaré S/ 3.000. ¿Mire si eso es justo por el trabajo de todo un año de crianza?”, cuenta Donato, cuyas alpacas están inquietas ahora que la puerta del camal se empieza a abrir.

Algunos animales se empujan y comienzan a correr en círculos. Sin embargo, luego de unos minutos, sin necesidad de ser arreados con el chicote, empiezan a entrar tranquilos al matadero. Tal vez estos animales se han dado cuenta de que es preferible morir de un rápido corte en la garganta que agonizar debido a la hambruna que se avecina.

Caylloma a puertas de una desgracia agrícola

miércoles, 27 de enero de 2016

- El 80% de cultivos están en riesgo de no regularizarse lluvias  en próximos 15 días


Cada noche los agricultores del distrito de Lari se pelean por el agua. A partir de las 7 p.m., en la comisión de regantes de este poblado de la margen derecha del valle del Colca, se empiezan a distribuir los roles de riego para los más de 320 usuarios de la zona. Este acto de organización comunal que suele estar lleno de camaradería, ahora se ha convertido en un espacio de discusión debido a la ausencia de lluvias desde hace diez meses. “El agua ya no alcanza y tenemos que priorizar la papa que puede servirnos de alimento y dejar de lado a quienes siembran alfalfa para los animales”, cuenta Edwin Rojas, dirigente de la comisión Lari.

Lari no recibe descargas del sistema de represas así que solo depende de las aguas de manantiales y las precipitaciones del verano. En un año normal, debería llover desde las últimas semanas de noviembre, pero a causa del Fenómeno de El Niño, hasta el 29 de enero de 2016 no había caído ni una sola gota de agua. Como las reservas hídricas ya escasean, un agricultor puede regar sus sembríos de papas cada 30 días, cuando debería hacerlo cada 15. El periodo de hidratación también ha disminuido: antes se regaba hasta por cuatro horas pero hoy las compuertas se cierran antes de las dos horas.

Debido a esto las áreas de cultivo, en donde deberían empezar a brotar, además de tubérculos, habas, arverjas, maíces y otros productos de pan llevar, se han reducido a terrenos eriazos en donde solo sobreviven unos plantones secos. “Las cosechas ya no podrán venderse. Cada planta solo bota tres papas muy pequeñas cuando deberíamos tener al menos diez. Como no hay agua, las raíces están secas como corchos”, dice Doris Panta, una agricultora de Lari que está a punto de abandonar sus tierras para migrar a la ciudad.



La crítica situación de Lari se repite en toda la provincia de Caylloma. Según los reportes de Senamhi, en la estación Chivay se ha registrado solo 22 mm de lluvia en todo enero, cuando lo normal es recibir 103 mm. En Cabanaconde solo ha caído, en todo el mes, 6 mm de precipitación, cuando el promedio mensual debería ser de 100 mm. El estrés hídrico ya provocó la pérdida de 924 hectáreas de cultivo (15% del área agrícola en ejecución) en Caylloma, de acuerdo al reporte de Gerencia Regional de Agricultura. 

Los cultivos destruidos en los distritos de Chivay, Achoma, Coporaque, Cabanaconde, Huambo, Ichupampa, Lari, Maca, Madrigal, Sibayo, Tapay, Tuti y Yanque están valorizados en más de S/. 12 millones 539 mil. Además, Roberto Neyra, director de la Agencia Agraria Caylloma, indica que si hasta la quincena de febrero no se regularizan las lluvias, hasta el 80% de los cultivos pueden afectarse, poniendo en riesgo la fuente de ingresos de casi 10 mil familias. “La pérdida de cultivos también perjudicará a los ganaderos, que pronto ya no tendrán forraje para alimentar a sus animales. El déficit se agravará a partir de abril ya que, como no hay agua, se han dejado de sembrar 4.000 hectáreas, casi el 50% de los terrenos de la provincia”, dice el funcionario.

La falta de lluvias durante este verano también está afectando los paisajes naturales del valle, uno de los principales atractivos para los turistas. Por ejemplo, el anfiteatro de Occolli, una bella estructura formada por andenes incas que maravilla a los visitantes con su verdor y sus caídas de manantiales, hoy se ha tornado amarillento. La misma desolación se observa a lo largo del camino. Además de la flora marchita, a lo largo del profundo cañón solo se ve un famélico río Colca que ha disminuido su caudal a la cuarta parte.

Camino a Yanque, al lado de sus cultivos de habas secas, el agricultor Miguel Chire, con 80 veranos encima, confiesa su más grande temor: “Los gringos vienen al Colca a disfrutar de la naturaleza, cuando esto se convierta en un desierto creo que ya no le importaremos a nadie”.