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Cartas desde el encierro*

sábado, 1 de octubre de 2016

Hace más de 20 años Roberto Cervantes y Bruno Van der Maat mantienen en comunicación a los reclusos del penal de Socabaya con sus familiares y amigos a través del programa radial “La voz de la esperanza”. Una vez a la semana, leen en vivo las cartas y mensajes que envían al exterior los presos de la cárcel más hacinada de Arequipa. Estos locutores también responden a los pedidos musicales de los presidiarios y reciben al aire llamadas telefónicas de oyentes que quieren darle ánimos a algún ser querido que escucha el programa desde su celda. Hoy que la seguridad en las cárceles de Perú se ha endurecido, el programa es una alternativa para la rehabilitación social de los internos primarios. 
*Crónica publicada en la Revista Náufrago Nro.7 en junio de 2016

Amor por la patria entre rejas

miércoles, 27 de julio de 2016

- Los internos del penal de Socabaya celebraron por adelantado las Fiestas Patrias de Perú con un desfile

(Reclusos de Socabaya en el patio central)

Los internos del penal de varones de Socabaya adelantaron los festejos por el aniversario de la Indepen-dencia del Perú. Más de 1.200 reclusos participaron ayer del desfile por Fiestas Patrias al interior de la principal cárcel de la región. Durante casi dos horas 40 agrupaciones, pertenecientes a los talleres, pro-gramas de educación y rehabilitación del centro penitenciario marcharon con disfraces militares e indu-mentaria patriótica.

Los ganadores de la categoría C fueron los integrantes del Taller de Tejidos a Máquinas “Paracas”. Dentro de este grupo destacó el interno Segundo Gonzáles, quien personificó a Jorge Chávez montado sobre un avión hecho de cartones y conos de hilos industriales.

“Me encantan las Fiestas Patrias porque fui licenciado del Ejército a los 17 años. Desde esa época quedé fascinado con los tanques, aviones y carros blindados y por eso nunca dejo de ver por la TV las paradas militares del 29 de julio”, dijo. Este interno de 30 años, natural de Pucallpa, espera que el nuevo presidente Pedro Pablo Kuczynski sea menos rígido en la política de los penales y facilite el acceso a beneficios peni-tenciarios a los reos primarios.

Los internos de la zona A del penal también desfilaron con los rostros pintados de rojo y blanco y portando fusiles de madera elaborados en los talleres de carpintería. “Nosotros somos peruanos, siempre seremos peruanos así estemos encerrados. Aquí dentro de la cárcel vivimos las Fiestas Patrias con fervor”, dijo Manuel Cornejo Chávez, un ileño que hace seis años cumple condena en Socabaya.


                                                               (Segundo Gonzáles disfrazado del héroe Jorge Chávez

Cornejo también espera que el gobierno entrante disminuya las penas e implemente nuevos mecanismos para la rehabilitación de los reclusos. “Que le pongan corazón y nos den una oportunidad. Nuestros delitos ya los estamos pagando en la prisión y estamos trabajando para cambiar nuestra conducta y salir de aquí resocializados”, indicó antes de desfilar. 

No todo fue marcialidad durante la actividad. Los integrantes del Taller de Gastronomía fabricaron maque-tas de platos criollos como el lomo saltado, el cuy chactado y el pollo a la brasa para demostrar que la identidad nacional también radica en la culinaria. 

"Afuera está nuestra patria pero acá adentro tenemos nuestra rica comida peruana", dijo el interno Gustavo.

Ocho empresas trabajan con la mano de obra del penal de Socabaya

martes, 12 de julio de 2016

- ¿Se puede ser productivo entre barrotes? En la cárcel de varones de Arequipa 858 internos elaboran textiles y productos en metal y madera.




La empresa FAM ha encontrado dentro del penal de varones de Socabaya la mano de obra que necesitaba para elaborar los accesorios metálicos que comercializa a clientes del centro y sur del Perú.  Hace 15 meses, Ceferino Baca, gerente de esta fábrica que tiene su sede en la calle 2 de Mayo, decidió instalar en la cárcel un taller de corte, troque, esmerilado y soldadura en el que pudieran trabajar los internos.

“Un día vine a visitar a un amigo a la prisión y le comenté que en el mercado arequipeño la mano de obra de los operarios había encarecido mucho. Mi amigo me comentó que dentro de Socabaya había gente capacitada que estaba gustosa de trabajar. Entonces, decidí apostar por ellos”, cuenta. 

Su apuesta fue rentable, ya que según el empresario, con los trabajadores del penal FAM ha ahorrado alrededor de 40% en el gasto de mano de obra. Hoy Baca emplea a 11 internos quienes reciben al mes 500 soles por una jornada diaria de seis horas. Además de ser una fuente de ingresos para los reclusos, en los talleres de FAM reciben capacitaciones en seguridad laboral y manejo de maquinaria pesada. Incluso, un interno, luego de cumplir su condena, desde este año está trabajando con Baca en su sede central.   


Así como FAM, actualmente ocho empresas locales han firmado un convenio con el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) para trabajar con los talleres de carpintería en madera y metal, panadería, textiles, zapatería, manualidades y electrónica que funcionan al interior del penal de varones de Arequipa. Por ejemplo, en el área textil se producen alrededor de 400 prendas al mes. Hace tres meses, los 36 internos que laboran en ese sector despacharon un pedido del Grupo Inca de 1.500 kits de ropa de invierno. 

La jefa de la oficina regional sur Arequipa del Inpe, Eufemia Rodríguez considera que estos pedidos constantes del exterior contribuyen a la resocialización de los reclusos ya que a partir de su labor en los talleres, acceden a ingresos fijos para mantener a sus familias.  Sin embargo, aún el mercado es muy pequeño para que todos los internos puedan beneficiarse con la venta de sus productos. De los 2.036 internos, 858 (40%) participan en los talleres productivos.

“Tenemos un bazar en la sede de Siglo XX en donde canalizamos las ventas y pedidos, pero aún no es suficiente. Otros internos venden sus creaciones a través de sus familiares y amigos, pero lo ideal sería que más empresas trabajen con nosotros para contribuir así a la reinserción social y económica de los reclusos”, explica Rodríguez. 


OTRA OPORTUNIDAD
La educación es la otra estrategia para resocializar a los internos del penal de varones. En Socabaya funciona un  Centro de Educación Técnico Productiva (Cetpro) y un Centro de Educación Básica Alternativa (Ceba), en donde participa el 20% de la población carcelaria. 

Wilber Calla, director del Ceba del penal, indica que actualmente tienen a 118 internos, con edades que van de los 18 a 70 años, que siguen estudios de primaria y secundaria. “Muchos recién dentro del penal tienen una oportunidad para aprender a leer y escribir. Hay otros internos que habían dejado de lado sus estudios hace décadas y durante su condena obtuvieron un certificado de estudios”, señala. Luego de estas capacitaciones, estos internos pueden insertarse en los talleres productivos, o emprender su propio negocio. Hoy alrededor de 40 internos tienen RUC con el que gestionan pedidos del exterior.
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Internos duermen en pasillos y baños


El hacinamiento es una de las principales barreras para resocializar a los internos del penal de varones de Arequipa. Actualmente, este centro penitenciario se encuentra a más del triple de su capacidad. Fue construido para albergar a 630 internos, pero hoy lo habitan 2.036 personas. Por ejemplo, en pabellones los internos deben dormir en los pasillos y baños.

En un recorrido junto a autoridades del Inpe, se corroboró que en pabellón A-1 había más de 130 internos, pese a que solo había 26 camas de tres piso. Durante el día, se amontonan los colchones en medio del salón.

En el pabellón C-1 (de mediana seguridad), se encontraron decenas de colchones al interior de los servicios higiénicos.  La jefa de la oficina regional del Inpe, Eufemia Rodríguez, indica    que debido a la implementación de Ley de Flagrancia sus instalaciones están siendo desbordadas. "En promedio al mes recibíamos 50 nuevos internos, pero ahora esa cifra aumentó a 15 personas más ya que los procesos se resuelven con mayor rapidez. Calculamos que desde noviembre pasado hemos recibido a 100 internos por flagrancia", señala.

Sinfonía entre rejas

sábado, 4 de junio de 2016


- Orquesta Sinfónica de Arequipa dio un concierto al interiores del penal de mujeres de Socabaya 



Por una hora, las internas del penal de Socabaya se olvidaron de su encierro y se pusieron a bailar y cantar al ritmo de la Orquesta Sinfónica de Arequipa (OSA). Al mediodía de ayer, las 150 habitantes del Establecimiento Penitenciario de Mujeres se reunieron en el patio central para recibir a los músicos de la OSA, que por primera vez se iban a presentar al interior de una cárcel.

El concierto comenzó con “Historia de la música”, una recopilación de temas instrumentales de compositores occidentales. Mientras el conjunto de cuerdas, vientos y percusión repasaba en un par de minutos décadas y décadas de sinfonías, las internas iban levantándose de sus asientos para concentrarse en esos bellos sonidos que gatillaban emociones en su interior.

Aunque probablemente las internas no reconocían las melodías de la 9na Sinfonía de Beethoven o el Concierto para Violín N° 1 de Niccolo Paganini, la universalidad de la música las remitió a momentos de su pasado cuando vivían tranquilas, lejos de los barrotes y hacinamiento de esta prisión.

La mirada de paz en el rostro de Gaby Ramos, delegada de la cárcel de damas, cuando sonaban los acordes de The Entertainer, la banda sonora de la película El Golpe, es una muestra de la capacidad transformadora del arte. “Estábamos esperando ansiosas este concierto para salir de la monotonía – dirá luego Gaby –. El estrés del encierro es bastante grande y por eso es una bendición relajarse un rato escuchando música en vivo”.

Durante la obertura los músicos de la OSA también hicieron un guiño a la música popular e interpretaron versiones de “Oh, Pretty Woman”, el tema central de la película Mujer Bonita y “Another one bites the dust” de Queen.

Luego de una primera ronda de aplausos, la orquesta tocó un contrapunteo de la Quinta Sinfonía de Beethoven y el Mambo Nro. 5 de Pérez Pedro que hizo mover tímidamente las caderas de las internas. “Sí, sí, yo quiero mambo”, coreaban los músicos mientras algunas mujeres palmoteaban de pie.

SONIDOS PERUANOS
Después de unos minutos de escuchar tranquilas las versiones de Libertango de Piazzolla y el vals José Antonio de Chabuca Granda, las internas de Socabaya volvieron a saltar de sus asientos con un mix de canciones criollas, adaptado a la potencia sonora de una orquesta de 54 músicos.

En la primera fila, Ana Elvira – pelo amarrado en una cola, chaleco rosado y canilleras de lana para protegerse del frío – balbucea la letra de Regresa, como emulando el dolor de Lucha Reyes: “Peroooo regresaaa para llenar el vacío que dejaste al irte, regresaaa”. Desde su asiento, Ana Elvira imagina que ella es la cantante que falta en el escenario: “regresa aunque sea para despedirte, no dejes que muera…sin decirte adiós”.

Siguen las ovaciones y la presentación se acerca al final. Si con “Ritmo, color y sabor”, ese tema que inmortalizó con su vozarrón Eva Ayllón, un par de músicos de la OSA se atrevió a zapatear frente al público, con las versiones de los clásicos arequipeños Montonero y Carnaval de Arequipa las internas fueron las que improvisaron algunos pasos sabrosos. Después de un último tema sorpresa, los integrantes de la orquesta se despiden entre aplausos y vítores. Por unos minutos, las internas no se mueven de sus asientos, disfrutando todavía el trance de libertad que les acaban de regalar los músicos.