Mamá aparece (siempre) como CONECTADA

martes, 28 de diciembre de 2010

- Programas como Messenger y Skype pueden servir para que no pierdas el contacto con tus seres queridos que se encuentran lejos ¿Qué sucede cuanto tu madre quiere usar estas herramientas para saber qué pasa en cada segundo de tu vida, a pesar de la distancia?


Hoy mamá has aprendido a usar los zumbidos y giños del Messenger. Y, ahora que lo pienso, creo que – nuevamente- la cagamos bien feo enseñándote esto. Es un viernes de abril por la noche y estás conversando, desde el otro lado de la Cordillera de Los Andes (ahí en Bolivia), con mi hermano Oscar, vía una llamada de PC a PC, gracias al servicio de Windows Live Messenger de Microsoft. Oscar, quien en tu ausencia ha quedado como el hombre de la casa, sostiene con una mano el micrófono por el cual te habla, mientras que con la otra se jala los pelos como queriendo gritar: “¡Ay esta mujer, no entiende!”. Yo desde la mesa del comedor, lejos de la línea de fuego que es el conversar contigo, comprendo su frustración (que nos hace más hermanos aún), mientras hago la finta de que trabajo en la laptop.

Llamar a PC. Mamá está llamando. Aceptar
- Oye, contesta – dices desde el otro lado.
- Aquí estoy mujer- responde Oscar
- ¡Oye! ¿Estás ahí? –preguntas con esa voz robótica, tipo Darth Vader, que te da el hablar por un micro.
- Sííí, – contesta mi hermano
- Ah ya ya ya, es que no se que sonsera ha hecho aquí tu papá con los parlantes (“La verdad es que tu mamá no conecta bien los plugs del micrófono y el audífono hijo”, me confesará días después mi padre)... Él ya está durmiendo.
- …
- ¿Y qué estás haciendo?
- Conversando contigo
- Ja ja ¿Llegó el recibo de luz? ¿Del agua? ¿Los pagaron, hijos?
- Sí – responde al toque
- ¿El del Teléfono ya lo pagaron? Oye ¿lo dejaron en la dirección correcta? ¿Están regando mis plantas?
- …
- Contesta…oye
- …
- ¿Con quién estás hablando?
- …
Mamá ha enviado un zumbido. Mamá ha enviado un zumbido. Mamá ha enviado un zumbido.
- ¡Qué pasa! – contesta malhumorado mi hermano. Sí, sí ya pagamos.
- Pero contesta pues…
Mamá ha enviado un zumbido

Hace ya tres semanas que te fuiste de la casa, pero hace casi dos años que comenzaron tus vaivenes entre Arequipa y Cochabamba, esa ciudad de Bolivia en donde papá ahora trabaja. Y sí, una maravilla que con Internet no perdamos el contacto. Grandioso que podamos oír tu voz, para que te contemos lo que queramos, a pesar de la distancia. Excelente que no se necesite más que un par de computadoras, unos parlantes, un micrófono y una conexión decente para que podamos conversar a todas horas. Pero OJO: que podamos conversar no significa que debamos estar hablando contigo siempre. Tú ya eres abusiva pues.

- ¿Pagaron la AFP del papá? – comienzas de nuevo con el interrogatorio
- Ah, no, no. De eso se encarga Jorge. Está ahorita conectado en la laptop
(Me cagas, hermano, me cagas)

Y ahora aparece en mi pantalla de la computadora una ventana parpadeando, que me indica que estás conectada. Y que quieres conversar conmigo, y que no me queda otra que contestarte. Felizmente, sólo hay un micrófono en la casa. Tukutin

Mamá: ¿Ya pagaron? ¿Dónde estabas?
Jorge: Todavía, esta semana pues lo hago
Mamá: ¿Dónde estabas? ¿A qué hora llegaste?
Jorge: Ahorita no más
Mamá: ¿Regaste el jardín? ¿Viste si no se está rebalsando el tanque de agua? ¿Alguna novedad?

¿Y qué novedades puede haber mamá de ayer a hoy aquí en esta casa? Ni que este fuera el frente oriental de la Segunda Guerra Mundial y ni que tus hijos estuvieran de corresponsales de guerra, al filo de la muerte, para estar reportándose a cada rato. “Sí, sí, mamá, te escucho. Cambio. Ayer cuando lancé la hamburguesa precocida a la sartén llena de aceite, explotó y las esquirlas de carne congelada me cayeron a los ojos. Cambio. Quedé ciego pero sobreviviré. Cambio. También perdí mi brazo derecho, pero como soy zurdo, todavía puedo agarrar el micrófono mientras chatiemos. Don’t worry. Cambio. May day, may day. Se acabó la ropa limpia. Solicito directivas para usar la lavadora. Cambio y fuera”. ¿Eso quieres escuchar?

Mama: Oye ¿yo porque no tengo eso?
Jorge: ¿Qué cosa?
Mamá: Ese muñequito que sale en la pantalla del Messenger bailando con musiquita que me ha mandado tu hermano.
Jorge: Ahhhhhh. Los guiños, están abajo en la pantalla, al lado de una carita feliz…
(Craso error, craso error)

Mamá: Sí. Sí. Ya encontré. Mira.
Mamá ha enviado un guiño. Y un chancho calato cae desde arriba de la pantalla de mi laptop y empieza a mover sus carnes en un baile ridículo…
Jorge: …
Mamá: ¿Ya cenaste? ¿Hey?
Jorge: …
Mamá ha enviado un guiño. Y una rana cae desde arriba y empieza a croar una y otra vez. Y otra vez… Y otra vez.

Y así seguirás molestando, con tus llamadas de PC a PC, tus zumbidos, guiños e indicaciones sobre regar el jardín, pagar cuentas y limpiar la casa, que muy bien sabes que no cumpliremos. En fin, tal parece que haberte enseñado a usar estas herramientas tecnológicas, es como haberle dado una metralleta a un mono. Pero perdón mamita, no es que te odie, simplemente es saturación, empalago, por tanto contacto. ¿Recuerdas cuando no sabías ni prender la PC porque siempre creíste (todavía lo crees) que era una tontera innecesaria? ¿Recuerdas cuando pactábamos una hora para que nos hicieras una llamada larga distancia? ¿Recuerdas que hablábamos sólo lo necesario y no nos terminábamos irritando? ¿Buenos tiempos no? Ahora te la pasas toda la tarde conectada, esperando para saber que ha pasado en cada segundo de nuestras vidas, como en papel de marido celoso.

Mama: ¡Contesta oe!
Mamá ha enviado un zumbido. Mamá ha enviado un zumbido.

Mi pantalla retumba y mientras trato de no mandarte al diablo, pienso que más de 1000 kilómetros nos separan en estos momentos, pero… pareciera como que siguiéramos viviendo bajo el mismo techo. Y eso jode, sabes.

Pero no queda de otra. Hay que seguir conversándote no más, porque, a pesar de tus intromisiones virtuales y tus insistentes llamados a conectarnos diariamente, se te extraña aquí. A ver si a la otra te enseño a usar Skype (aunque después me arrepienta). Hasta aquí las quejas. Al final, siempre se puede, como está haciendo Oscar en estos momentos que ya colmaste su paciencia por tanta pregunta; bajar el sonido del parlante a cero para ya no tener que escucharte. Hablamos mañana viejita.

Revista Muchapinta: Comunicado Oficial

lunes, 6 de diciembre de 2010


A los lectores:

Debido a diferencias con la gerencia de la revista MUCHAPINTA, no relacionadas con la realización del producto; el equipo editorial que producía y realizaba la revista (redactores, editores, fotógrafos y diseñadores) ha decidido, en conjunto, retirarse del medio de comunicación.

Dejando así constancia que futuros números de la revista MUCHAPINTA posteriores a esta fecha, no serán trabajados por nosotros. No nos queda más que agradecerles a ustedes queridos lectores por su apoyo durante estos 6 meses de trabajo.

Nos anima saber que hubo identificación y seguimiento de parte de ustedes con este proyecto editorial.

Esperamos volver pronto con un nuevo proyecto que llame su atención y retribuya en algo esa confianza que pusieron en nosotros.


Nos despedimos por el momento.


Arequipa, Perú
9 de noviembre del 2010

Víctor Aragón
Omar Siancas
Darib Núñez
Giuliana Gutiérrez
Santiago Pérez – Wicht
Carlos Subia
Jorge Malpartida
Pedro Alatrista