Mario Vargas Llosa en todas las lenguas*

jueves, 28 de marzo de 2013

- Para todos los gustos. Mario Vargas Llosa ha sido traducido a más de 70 lenguas. En la Biblioteca Regional que lleva su nombre se albergan más de 200 libros en 20 idiomas diferentes provenientes de su colección personal. En la ciudad, los turistas extranjeros empiezan a conocer su obra que figura en inglés, francés, italiano, etc.


(Foto: Julio Angulo/Archivo La República)



Una muchacha de pelo rojo y ojos claros, vestida con un diminuto "baby doll", dibujada al estilo manga,  ilustra la portada de la edición japonesa de La Tía Julia y el escribidor. En la tapa de la edición sueca de esta misma novela aparece una rubia con fachas de prostituta pintándose los labios frente al espejo. “Vier”, dice el Jaguar al inicio de la edición alemana de La ciudad y los perros. Szelmostwa niegrzecznej dziewczynki es la traducción al polaco del título de la novela Travesuras de la niña mala.

- A mí me encanta esta edición polaca. Hay una morena bien guapa en la portada–, dice sonriendo Mario Rommel Arce Espinoza, director de la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa, mientras nos muestra parte de la colección de libros donados por el Premio Nobel de Literatura a su natal Arequipa.

Luego de que en marzo del 2010 se pusiera la primera piedra de este recinto, Don Mario envió en valija diplomática, desde su biblioteca personal en Madrid, una dotación de libros para nutrir los anaqueles de este centro de lectura que, en su primer año de funcionamiento, ha recibido más de 22 mil visitantes.
En total fueron 284 libros que incluyen las obras de Vargas Llosa en 20 idiomas: español, japonés, francés, italiano, rumano, húngaro, alemán, inglés, portugués, holandés, polaco, noruego, griego, hebreo, árabe, ruso, chino, coreano, sueco.

“Esta es la mejor demostración de lo importante de la producción literaria de Vargas Llosa. Estar disponible en tantos idiomas lo convierten en un escritor universal, que sus temas merecen el interés de una población muy vasta”, explica Arce.

Cuando los libros donados estaban en la sala de exposición de la biblioteca, embajadores y visitantes ilustres de otros países se maravillaban con la variedad de portadas. “Una vez vino un diplomático de Israel y luego de mucho buscar, se alegró al encontrar un ejemplar de Pantaleón y las visitadoras en hebreo”, recuerda el director. 

Un escritor universal

Los libros de Mario Vargas Llosa han sido traducidos a más de 70 idiomas. Mercedes González, responsable de Ediciones Generales del Grupo Santillana, editorial que publica los libros del Nobel en 23 países de habla hispana (además de Brasil y Estados Unidos), indica que el prestigio internacional ganado a lo largo de los años y la cantidad de premios recibidos son su principal atractivo para los lectores de todas las lenguas.

“Domina la lengua española como ningún otro escritor. En cada libro trata temas y personajes distintos, sus historias suceden en variadas épocas, nunca se repiten. Además es un gran opinante de la realidad política y económica a partir de sus ensayos y artículos.”, indica González.
Según el poeta y profesor de literatura de la Universidad Nacional de San Agustín, José Gabriel Valdivia, los personajes vargallosianos son unos inconformes, por lo que siempre se enfrentan a las estructuras de poder que limitan su libertad.

“Además tiene un gran dominio de las técnicas de la novela, la maestría para usar los recursos narrativos y la virtuosidad con que genera situaciones de suspenso hacen que cualquier lector, sea del país de donde sea, se maraville”, dice Valdivia.

La oferta en librerías

En las librerías de Arequipa también se ofertan los libros de Vargas Llosa en diversos idiomas, principalmente a turistas estadounidenses y europeos. En el local de SBS se venden libros en inglés, italiano, alemán y francés. “Los extranjeros tiene el rumor de que es un autor peruano importante, que ha ganado premios y se animan a llevar algún libro. Hay un creciente interés en los últimos meses”, revela Alonso Lázaro, encargado de la librería.  Entre 50 y 70 soles cuesta un ejemplar. En la librería El Lector de la calle San Francisco también se ofrecen libros en inglés. Mayo, junio y julio son las temporadas altas de ventas. 

Recorremos velozmente los lugares turísticos del centro de la ciudad para sondear los gustos literarios de los visitantes. Frente a la Catedral de Arequipa, una pareja de búlgaros nos dicen que no saben quién es ese viejo canoso de la fotografía que le mostramos. Cherry y Nikki, un par de inglesas que pasean por la Plaza de Armas no lo reconocen, a pesar de que el escritor durante buena parte del siglo pasado estuvo en las bibliotecas de Londres creando novelas.

Titus Libbi, un neoyorquino de 23 años, cuenta a la entrada del Convento de Santa Catalina “que le suena el nombre del escritor peruano ganador del Nobel, pero que no ha leído nada de él todavía”.
“En Perú y Latinoamérica, Vargas Llosa es un referente. Sin embargo, en otras latitudes los gustos literarios cambian y dependerá de la situación del mundo y sus intereses. El conflicto con el poder está sutilmente presente en su prosa. Mientras existan dictaduras y afán de libertad en el mundo, su obra estará vigente”, pronostica Valdivia.

Al frente de la casona de la Alianza Francesa encontramos a Sami Corcos, un turista del sur de Francia que está viajando por toda Latinoamérica. En su mochila lleva un ejemplar obsequiado por su madre del Diccionario del Amante de América Latina, de Mario Vargas Llosa. Sami al enterarse de que por estos días el escribidor estará en Arequipa celebrando su cumpleaños, emocionado se dirige rumbo a la biblioteca que guarda la colección de obras personales de uno de los más grandes escritores de la literatura en español.

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*Una versión de este texto se publicó originalmente en el Diario La República el miércoles 28 de marzo de 2012. 

La achorada forma de hacer política de Luis Cáceres Velásquez *

lunes, 4 de marzo de 2013


-        -  Es el único alcalde de Arequipa que ha sido reelecto en los últimos 30 años, se hizo conocido por gobernar con mano dura. Sacó a los ambulantes del centro e ideó la plataforma comercial de Andrés Avelino Cáceres. A sus 82 años confiesa que robaba pero decentemente y que aún le tienta postular a algún cargo público. Un perfil del ex alcalde de Arequipa que, según sus críticos, instaló una forma prepotente de gobernar por encima de la ley.

“Yo tirano, yo ladrón” es la lectura recomendada de Luis Cáceres Velásquez a las nuevas generaciones de peruanos. Para el controvertido ex alcalde de Arequipa las memorias de Augusto B. Leguía, presidente tristemente recordado por endeudar al país y promover un régimen de corrupción durante los años que gobernó al Perú a inicios del siglo XX, son una lección de vida y trabajo.

“Leguía fue un gran presidente ya que arregló los problemas limítrofes del Perú con sus vecinos. No hubo tanta corrupción en su gobierno como la que existe ahora, esos son inventos de quienes por odio alimentaron el golpe de Estado que le dio Sánchez Cerro en 1930”, opina este juliaqueño que también pasa por agua tibia los delitos cometidos por Alberto Fujimori, a quien justifica diciendo que recibió el país quebrado y con terrorismo pero que aún así hizo obras de cemento para generar progreso.

En esta tarde nublada de diciembre, “Lucho” Cáceres nos abre la puerta de su casa ubicada en el distrito de Yanahuara, en donde pasa sus días de retiro (momentáneo) leyendo sobre historia universal y habla de su particular manera de hacer política con mano dura, según él, y a la mala, según sus detractores. El sociólogo y comunicador, José Luis Vargas Gutiérrez, indica que Cáceres encaja en el perfil del gobernante que roba pero trabaja. “Se configura como un político pragmático e inescrupuloso que no tiene bandera ni ideología y que se acomoda en función de los escenarios electorales y su conveniencia”.

Cáceres, luego de ser dos veces alcalde provincial de la ciudad y tentar fallidamente el sillón edil de Lima Metropolitana en 1992, fue elegido parlamentario por Arequipa en el 2000 por el Frepap. Sin embargo, fue uno de los congresistas tránsfugas que se pasaron a las filas del fujimorismo y que el día de la juramentación fue recibido con abucheos y una lluvia de monedas.

“Entré a la política para trabajar. Nunca he sido un hombre de partido político, mi partido es el trabajo. Me hubiese unido con el diablo con tal de hacer obras por el pueblo”, dice Cáceres ahora para justificarse. Y es que para Cáceres todo hombre tiene su precio. En su caso, el precio a pagar fue que Vladimiro Montesinos lo liberase de una sentencia judicial y que Fujimori le prometiera la construcción de la carretera Arequipa – Juliaca. “El único hombre honrado es el de arriba. Todos los demás que pisan la Tierra aceptan dinero mal habido en sus bolsillos”, dice este hombre que a sus 82 años no descarta postular de nuevo a la alcaldía y, si la suerte lo acompaña, la presidencia de la República.

OBRAS SON AMORES

Para el historiador Mario Arce Espinoza, autor del libro “Alcaldes de Arequipa Republicana”, el estilo de gobernar de Cáceres, durante 1987 y 1992, se caracterizó por ser el de un alcalde ejecutivo que prefería enfrentar los problemas violentamente, antes que planificar su resolución.

“Sacó con palo a los comerciantes ambulantes del Parque Duhamel y alrededores del Centro Histórico y los trasladó a la plataforma Avelino Cáceres. También alentó varias obras como el Terminal Terrestre, la remodelación del pasaje de la Catedral y otros espacios públicos que le dieron mucha popularidad”, recuerda.

Sin embargo, esta imagen de alcalde exitoso y trabajador, se fue desluciendo por las insinuaciones de corrupción durante su gestión.  Aunque no se llegó a probar judicialmente ninguna acusación, ahora, sentado en la sala de su casa Cáceres confiesa que el sí robaba, pero decentemente. “Mi padre  me dijo que cuando ocupara un cargo público, robara con dignidad. Eso quería decir que aceptara como regalo una o dos botellas de  whisky de un ingeniero que hacía una obra. ¿Para qué más? (…) Si el dinero mal habido se va y luego no se puede disfrutar”.

Actualmente, el patriarca del clan Cáceres, vive sin estrecheces económica, según dice, gracias al dinero que le dan mensualmente sus 6 hijos y al sueldo de 4500 soles que recibe por presidir la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez de Juliaca.

POLÍTICO ACHORADO

Según Vargas Gutiérrez, Cáceres se caracterizaba por una forma de gobernar prepotente y achorada que no consultaba a cuadros técnicos y pasaba por alto las leyes. Para el sociólogo este estilo desordenado y sin una visión clara de desarrollo fue cultivada por algunos alcaldes que le sucedieron como Roger Cáceres Pérez (su hijo), Yamel Romero Peralta (su yerno) y el actual burgomaestre Alfredo Zegarra Tejada, que el año pasado hizo obras inconsultas en el ex Patio Puno.

Quizás por esta razón, a Cáceres el Sistema Nacional de Inversión Pública (Snip) le parece una tontería. “La mayor parte de mis obras las hice con mi ingenio. Nunca fui a Lima a estirar la mano. El Terminal Terrestre se hizo con plata de inversionistas. En el Avelino pusieron plata los comerciantes. (…) Con esta herramienta de control se acumulan los proyectos y hay que ir a rogar y sobornar a los funcionarios para que los acepten”.

Luis Cáceres sabe que el pueblo es ingrato y olvida, por eso ya ha escrito sus memorias que abordan toda su vida política desde su juventud hasta el 2000. A ese volumen de 380 páginas que se publicará en los próximos meses le ha puesto de título “La vida de un hombre común y corriente”. “Y es que cuando uno tiene poder las mujeres se te acercan con el calzón en la mano y los hombres con la escobita. Pero cuando uno está abajo a uno ni lo saludan en la calle”, cuenta soltando una risotada.

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¿La razón de su éxito?: hablan los analistas

Luis Cáceres Velásquez ha sido el único alcalde provincial de Arequipa que ha sido reelegido desde que se restauraron las elecciones municipales en 1980. Según el historiador Mario Arce Espinoza la razón de su popularidad se debe a que venía de una gestión muy exitosa en el municipio de Juliaca, en donde impulsó la construcción de carreteras y mercados. Cabe mencionar que en 1981 el presidente Fernando Belaunde Terry le dio a Cáceres la “Lampa de Oro” por ser el mejor alcalde del Perú por su gestión en ese municipio puneño.

“Se vendió como un hombre emprendedor que prefería los hechos y no las palabras y ganó la aceptación de los arequipeños. Pero su figura ahora no goza de mucha aceptación por apoyar a una dictadura (la de Fujimori)”, aclara Arce.

Por su parte, el sociólogo José Luis Vargas explica que Cáceres atraía a los electores porque expresaba un cambio con respecto a la política tradicional de partidos políticos. “Por comodidad funcional preferían a alguien que generara algún cambio en la ciudad, por más que fuera al caballazo”.

En la últimas elecciones municipales del 2010, Cáceres se encontraba entre los favoritos para ocupar el puesto de alcalde provincial de Arequipa, pero un fallo del Jurado Nacional de Elecciones lo sacó de carrera. En 2011 también tentó sin éxito un curul en el congreso por el partido Cambio Radical.

Luis Cáceres Velásquez  nació en Juliaca en 1930. Es hijo de un arequipeño y una juliaqueña. Solo tiene secundaria completa y perteneció al Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos) (Frenatraca). Tiene 6 hijos, 22 nietos y 11 bisnietos. Tiene 62 años de casado con su esposa. 

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*Una versión de este texto fue publicada el sábado 5 de enero del 2013 en la edición regional de El Comercio Arequipa.