"El Imperio Contraataca": porque en ésta los buenos mueren*

viernes, 21 de mayo de 2010

- Hoy se celebran 30 años del estreno en los cines del episodio V de Star Wars:“El Imperio Contraataca”. Como parte de la convocatoria que hizo el Grupo Amaterasu, aquí mi recuerdo de la primera vez que la ví, cómo homenaje a tan importante película.



Aún recuerdo la vez que mi padre nos llevó a conocer por primera vez, a mí y a mis hermanos, a las Fuerzas Imperiales. Es un domingo, o quizás un sábado, y estamos todos los de mi familia (mamá, papá, mis hermanos Oscar, Daniel y yo) en el vestíbulo del hoy desaparecido Cine Portal en una tarde de 1997, esperando a qué comience la película de turno. En estos momentos no sé cual es, pero estoy seguro de que no es ni Aladino, el Rey León, El Jorobado de Notre Dame ni ninguna otra de dibujitos de Disney. Si fuera así mi papá no hubiera venido con nosotros. Mi mamá dijo que vamos a ver algo de una Guerra de las Estrellas, pero por como se burló mi hermano mayor Daniel, luego de escuchar su fallida traducción al español del nombre de la película, no sé si creerle

Ingresamos a la sala de cine, tan oscura que si no me sostengo del brazo de mi madre puedo tropezar y caer. Al frente está la pantalla que es muchísimo más grande que la TV que tenemos en la sala de la casa. Una vez sentado, volteo mi cabeza hacia atrás y puedo ver que la enorme sala de cine (estamos en la Arequipa antes de los multicines, en esa época en que la gente se maravillaba con las imágenes que tenían al frente, antes que en los envases súper grandes de pop-corn ) está llena de sombras que quizás también sean familias como la mía. ¿Cuántos años tengo? ¿Siete? ¿Siete y medio? No lo sé, pero creo que si mi mamá se ha sentado a mi lado, es porque la película debe tener subtítulos.

Se apagan del todo las luces. Empieza a sonar la cinta del proyector. Comienza la película. Veo el espacio, negro con sólo unos puntos blancos que deben ser las estrellas. En eso, una música muy fuerte empieza a sonar mientras unas letras suben rápidamente desde debajo de la pantalla, tan rápido que no las alcanzo a leer. Ahora una nave cae desde el espacio a un planeta cubierto de hielo. Después, aparece un joven bien arropado montando una bestia que parece un carnero que correo sobre sólo sus dos patas. Algo cae del cielo. El muchacho mira con unos aparatos que deben ser como unos binoculares. De pronto, es atacado por una bestia peluda que yo sólo puedo asociar al Jeti o Pie Grande, lo tumba con sus garras y el muchacho termina en el piso inconciente. Me asusto, me asusto mucho con las garras y colmillos del animal. Luego, el chico despierta, colgado dentro de la cueva de la bestia, intenta defenderse con una espada hecha de una luz celeste - que cuando la blande hace como el sonido de una radio sin señal. Le corta el brazo a la bestia que parece Jeti, con la espada de luz de un tirón. El chico escapa.

Afuera de la cueva, en plena tormenta de nieve, el chico cae desfallecido al piso. En esos momentos, un anciano con barba blanca y capucha vestido como monje, aparece como un fantasma y le dice: (en español, felizmente la película está doblada así que no dependeré de lo que me lea mi mamá para entenderla): “Luke (así se llama el muchacho), Luke”. El muchacho le mira y le reconoce: ¿Ben?, dice. “Debes ir a…(no se donde)”, continúa el anciano. Luego de estas palabras, el anciano desaparece así de fácil como apareció. Momentos después Luke será rescatado por uno de sus amigos, Han Solo.

Pasa que Luke y Han, están en un planeta congelado, lleno de nieve, llamado Hoth (cuyo nombrecito, entenderán, deja desconcertado a este pobre niño que no entiende cómo es posible que haga tanto frío en un lugar con ese nombre, si en el colegio le han enseñado que hot es caliente en inglés). Dónde un grupo de rebeldes se ha refugiado de las fuerzas del Imperio, que no es ni el de los Incas ni ese de los Romanos que aparece en las historietas de Ásterix y Obelix que mis hermanos suelen leer. No, no, no. Luke y sus amigos, están tan lejos de sus casas y pasando penurias bajo temperaturas mínimas, porque se están escondiendo del Imperio Intergaláctico, o algo así.

***

Como ya se habrán dado cuenta, estoy en el cine, viendo por primera vez “El Imperio Contraataca”, el episodio V de la saga de Star Wars, en su edición especial por los 20 años de aniversario. Y sí, a parte de este par de escenas que les he descrito, de esa primera vez, no tengo más que algunas imágenes borrosas en mi memoria.

Pero, por más que no sean nítidos mis recuerdos de esa vez, en el Cine Portal, estoy casi seguro de que me quedé maravillado por la navezotas que viajan a la velocidad de la luz, los disparos de rayos láser y las atemorizantes, pero no por eso menos fascinantes, bestias espaciales. También estoy seguro que, por más que no sabía de qué hablaban, ya que me habían traído sin ver la primera parte, me había emocionado con cada escena de esta historia que pasaba en una galaxia muy, muy lejana. Y claro, por más siete años (o siete y medio) que tengas, un ser humano no puede dejar de comerse las uñas cada vez que Darth Vader, entraba con el acompañamiento de La Marcha Imperial a escena para estrujar cuellos con sus manotas. O entristecerse cuando a Han lo congelan en carbonita luego de ser traicionado por su amigo Lando. O matarse de la risa cuando a un despistado androide de protocolo C3PO, lo dejan hecho pedacitos por entrar al lugar equivocado en el momento equivocado.

Sí, sí, sí: estoy así de seguro que – a pesar de las bestias peludas similares al Jeti y los confusos diálogos que no entendería hasta unos años después- me gustó la película de Star Wars (ésta y las demás que luego ví). Sino unos de mis tíos no me hubiera regalado en esa Navidad una manchota de figuritas de acción que incluía a la Princesa Leia, Chewbacca, C3PO y mis queridos Han Solo y Luke Skywalker. Sí, sí, sí. ¿Cómo no me iba a gustar esta película? Si en esta aparecía (no me daría cuenta en esta primera vez pero, luego, unos años después, cuando la volviera ver con un poco más de edad) ese misterioso caza recompensas llamado Boba Fett, quien durante toda mi niñez fue mi personaje favorito de la saga (dejó de serlo cuando idiotamente perdí la figurita de acción en alguna mudanza). Claro que me vacile. Si no, no estaría escribiendo esto.

***

La película ya terminó. En mi cabeza quedan esas escenas de un Luke mutilado, sin mano y de un Darth Vader confesando que es su padre. Y claro, la imagen tenebrosa del Jeti de garras filudas del inicio sigue atormentándome. Salgo de la sala junto a mi familia, feliz porque me entretuve, pero un poco confundido, con un sabor amargo luego de lo que acabo de ver. Y claro: ¿Qué niño de siete años puede estar tranquilo, luego de ver una película en la que los buenos no ganan? Y sí, ahora, casi 13 años después, me doy cuenta que ver “El Imperio Contraataca”, te puede hacer entender que, a veces, los malos se pueden salir con la suya. Que por más que te esfuerces mucho, no siempre puedes llegar a tiempo para salvar a los que más quieres. Qué las cosas no siempre te salen como lo esperas y que tal vez, por más caballeros Jedi, todo poderosos y canalizadores de la Fuerza que seamos, podemos fallar.

Pero esa reflexión vendrá años después. Ahora soy sólo un niño de siete años que sale de la sala del cine junto a su familia una tarde de domingo (o era sábado), luego de ver una película cuyo final no le cuaja. Estamos caminando hacia la salida por un pasadizo lleno de pósters de próximas películas a estrenarse. En eso yo y mis hermanos nos quedamos viendo uno que tiene a los mismos personajes de lo que acabamos de ver..
- Star Wars- Episodio VI. ¿Vamos a venir a verla no papá?- dice Oscar
- Claro- responde papá mientras se acerca a ver el cartel

También yo me acerco al afiche y trato de leer con más cuidado lo que dice en el subtítulo:
- El Re…gre…so del …Jeti… - digo con dificultad. ¡¿Del Jeti papá?!, pregunto atemorizado

Mi papá me mira sonriendo, cómo adivinando el miedo que le crea a su hijo que la bestia ésta que atacó a Luke, regrese para la siguiente película.

- Es del Jedi, hijo, del Jedi.
- Ah ya…- respondo aliviado.



*Aquí unas escenas de la batalla de Hoth de la película, en la que las fuerza rebeldes no pueden con las del Imperio:



*Un clip de tributo por los 30 años hecho por fans con imágenes del Episodio V. Acompaña la música del gran John Williams:



¿Qué pueden contar ustedes sobre la primera vez que vieron esta película de Star Wars?


*Publicado originalmente en el blog del Grupo Amaterasu

1 comentarios:

borisin dijo...

me dejo pensando ese episodio mas triste por lo de HAN SOLO Y CHUY