- - Este 24 de
diciembre agrupación de 37 niños acompañará
por primera vez la Misa que se hará en templo mayor con cantos
gregorianos. Fueron más de 6 meses de prácticas en los cuáles se les enseñó
técnicas vocales y el idioma latín.
Cantar es orar dos
veces. Eso le enseñó su profesora de colegio el año pasado a Laurita y hoy
trata de ponerlo en práctica en el coro de niños de la Basílica Catedral de
Arequipa. “El canto, si sale del corazón, es como una alabanza. A mí me gusta
hacerlo porque así me conecto con Dios”. Esta niña de 10 años es una de los 37 integrantes
que conforman los “Pequeños Cantores de San
Rafael Arcángel”, agrupación que luego de 6 meses de ensayos, acompañará por primera vez con sus cantos de
música gregoriana la Misa de Nochebuena que se realizará en el templo mayor de
la ciudad este 24 de diciembre.
Los pequeños que
tienen entre 8 y 11 años fueron seleccionados de un total de 900 escolares provenientes
de colegios como San Jerónimo y Nuestra Señora del Rosario. Desde julio, han
recibido clases dos veces por semana de
lectura musical, técnicas vocales, historia de la música, catequesis y,
por supuesto, latín. Formar este coro infantil fue una iniciativa del arzobispo
de Arequipa, monseñor Javier del Río Alba, quien considera que de esta
forma los niños pueden acercarse a Dios y evangelizar a través del canto y la
música. Este será el primer coro de niños que tenga la Catedral en más de 130
años. Anteriormente hubo un coro que fue desactivado alrededor de 1879 debido
al inicio de la Guerra del Pacífico.
“Al inicio era
complicado cantar en latín porque no podía pronunciar las palabras y no las
entendía. Con la práctica es mucho más fácil y ahora me gusta mucho el sonido
dulce de los cantos”, cuenta en voz baja Laura, mientras el resto de sus
compañeros canta al unísono una de las 12 piezas musicales que sonarán durante
la liturgia que conmemorará un año más del nacimiento de Jesús.
VOLVER A LAS RAÍCES
Este no será un coro
para espectáculos sino para acompañar las ceremonias religiosas en la Catedral.
Para Yuliana Martínez Calderón, directora del coro de niños, lo más complicado
de este proceso de formación fue abarcar todo el repertorio que necesita una
misa católica. “Por eso hemos demorado varios meses para prepararnos ya que
estos cantos religiosos requieren de una armonía y una combinación de voces que
no se saca de un día para otro”, explica.
Para el repertorio que cantarán los niños se ha
rescatado el “Liber usualis”, una colección de cantos gregorianos que datan, en
algunos casos, de la Edad Media. Los cánticos son considerados el tesoro de la
Iglesia Católica ya que son composiciones de gran belleza que tomaron muchos
años en elaborarse y sintetizan la identidad de esta religión occidental.
La enseñanza del
latín estuvo a cargo del padre Walter Soto de la Cruz, párroco de la iglesia San Antonio Abad del distrito
de Miraflores. El sacerdote a lo largo de las semanas de práctica iba enseñándoles
palabra por palabra conforme ensamblaban las canciones de la misa. Según la
directora del coro, aunque era extraño para los niños aprender la lengua del
Vaticano, no tomó mucho trabajo, ya que el castellano tiene sus orígenes en el
latín. “Tampoco era esencial que lo hablarán fluido porque lo importante es que
entendieran lo que cantaban para que conozcan el mensaje del Señor”, dice
sonriendo Martínez.
GRAN EXPECTATIVA
Ahora la treintena
de niños cantores están ubicados frente al atrio de la Catedral en donde se ha
armado un improvisado concierto que tiene como público a los turistas y fieles
devotos que a las seis de la tarde de un miércoles llegan al templo. Empieza a
sonar el villancico “Adeste Fideles” o más conocido como “Ven Señor”. Un solo
himno uniforme, conformado por las voces de los niños, invade el recinto. “Adeste fideles laeti triumphantes,/Venite,
venite in Bethlehem./Natum videte Regem angelorum/ Venite adoremus /Dominum”.
Este breve canto
será uno de los que podrán escucharse en Nochebuena. Minutos antes, mientras se
tomaban fotografías frente al órgano de la Catedral, los niños cantaron el
“Kyrie” o “Señor ten piedad” y el “Sanctus Benedictus”, el cuál llamó la
curiosidad de los visitantes que hasta se animaron a grabarlos con sus cámaras
de bolsillo por lo novedoso de su sonido.
Pero la expectativa
de este debut no solo está en el público, sino en los mismos integrantes del
coro. Gian Fernando de 11 años, a quien le gustaría tocar la guitarra en el
futuro y quizás ser una estrella de rock como Ramiro Saavedra, “el Kurt Cobain
arequipeño”, espera que todos sus familiares asistan a la misa para que se
sientan orgullosos de él y vean como el acercamiento al Señor ha mejorado su
autoestima y ayudado a descubrir sus habilidades para el canto.
Por su parte, la
pequeña Laura, solo espera que su canto, aunque no sea entendido por todas las
personas, sirva para que la palabra de Jesús llegue a más gente, en especial a
los niños. “Mi deseo de Navidad sería que todos reciban un regalo, pequeño o grande,
para que lo pasen bien”, susurra Laura antes de volver a los ensayos. Quizás, la dulce voz de esta niña sea el presente que
lleve felicidad a los corazones de los arequipeños en la víspera de Navidad.
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*Una versión de este reportaje se publicó el sábado 15 de diciembre de 2012 en la edición regional de El Comercio Arequipa.
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