Como un faro en la oscuridad

lunes, 29 de marzo de 2010

- Un acercamiento al maestro Edmundo Cruz, a partir de su ponencia sobre periodismo de investigación en el Foro organizado por el Semanario El Búho hace dos semanas "La Prensa y la Regiones" ¿Qué tan importante puede ser la chamba del periodista cuando todo parece podrirse alrededor?


- Soy un reportero actualmente, dedicado a la especialidad de investigación. El actual jefe de la Unidad de Investigación de La República es mi colega Ángel Páez - aclara Edmundo Cruz, luego de un pequeño error (nada que lamentar), cometido a la hora de presentarlo antes de su ponencia sobre “El periodismo de investigación en Lima y las regiones” en el foro organizado por el semanario El Búho en Arequipa. “Pero estoy muy agradecido por la referencia que se ha hecho”, continúa con una voz suave, tranquilizadora.

Quién pensaría que este hombre tan pequeño, cuya cabeza por las justas sobresale por encima del estrado desde donde está exponiendo con maestría su tema, fue uno de los que tuvo a su cargo, bajo la dirección de Ricardo Uceda en la revista Sí, las investigaciones periodísticas que darían a conocer la matanza de los estudiantes de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, conocida como “La Cantuta”, allá por 1993, cuando el ex-presidente Alberto Fujimori decía combatir el terrorismo con escuadrones de aniquilamiento paramilitar como el destacamento “Colina”. Quién diría que este hombre de más de 72 años, con varias arrugas en el rostro como secuelas de los años de trabajo incansable, y surcos hacia abajo en los cachetes, como los que tiene Drupy, el perro ese de los dibujos animados; viene haciéndole el pare a los excesos del poder de manera excepcional durante más de 30 años, desde su trinchera de la pluma y el papel.

Luego de escucharle hablar, no puedo sentir más que admiración por Edmundo Cruz. Un hombre humilde a pesar de todo lo que ha logrado, conocedor de su tema, diligente, noble y sobretodo, comprometido con su oficio. “El periodismo de investigación es como el búho (el ave nocturna, no el periódico), trabaja en los lugares oscuros de la sociedad”, indica magistralmente en su introducción el maestro. Edmundo Cruz podrá no escuchar bien (en la oreja derecha, aunque no se note, lleva un audífono), pero aún tiene los ojos bien abiertos para seguir prestando atención y denunciar las cochinadas que salen a relucir cuando destapamos la olla de grillos que es nuestro país.

Contrapeso del poder
Se nota que Edmundo Cruz es chambero, para dar esta conferencia se ha dado el trabajazo (como debe ser) de analizar diferentes medios (radios, periódicos) de provincia (Piura, Ayacucho, Arequipa, Tarapoto), para demostrar que la investigación periodística (a fondo, rigurosa, disciplinada y responsable) es importantísima para denunciar problemas sociales como: narcotráfico, desastres ambientales, violencia política, desarrollo urbano y corrupción. Ha hecho su tarea como buen investigador y eso se aplaude.

“El periodismo de investigación es una forma de hacer periodismo en lugares dónde se cometen ilícitos por parte de grupos de poder. Ilícitos que se ocultan exprofesamente, que tienen singular trascendencia, y que son trabajados con fuentes confidenciales”, explica lentamente, pausado pero sin que el tono llegue a aburrirte. “Generalmente estos hechos se generan en contextos autoritarios, en contextos en donde estructuras de poder u organizaciones para el crimen han logrado penetrar al Estado para cometer estas ilegalidades”, continúa con la misma calma de antes. En situaciones extremas que el Poder Judicial o el Ministerio Público no pueden actuar se justifica este modo de hacer periodismo.

Y no es que se crean héroes, jueces o fiscales, los periodistas. No confundirse señores. Pero hay veces en las que hay que jugársela por la sociedad, ya que nadie más lo hará. “¿Qué habría ocurrido si la prensa independiente no hubiera trabajado e indagado el tema del profesor y los nueve estudiantes desaparecidos, eliminados, enterrados y desenterrados tres veces, quemados y vilipendiados. Y, una vez rescatados sus restos, entregados en cajas de cartón a sus familiares?”, se pregunta Cruz acerca de la matanza de La Cantuta. En casos como estos, en que un gobierno autoritario controlaba y manipulaba la administración de justicia, es que se necesitaba del periodismo de investigación.

Mundos separados
Edmundo Cruz Vilchez nació el 16 de noviembre del año 1937. En 1998 recibió el Premio Internacional Maria Moors Cabot, concedido por la Universidad de Columbia. En 1996, 1998 y 2001 fue objeto de diversas distinciones del Colegio de Periodistas de Lima. En estos momentos está escribiendo “La Cantuta en la boca del Diablo”, un libro con el que quiere contar su testimonio personal sobre los reportajes que hizo acerca de este caso. Algo así como un detrás de cámaras de todo el proceso.

La conferencia ya está por terminar. La clase de un maestro que ha venido a compartir todo lo que sabe. Viste un traje plomo, una camisa y –como el resto de expositores- no usa corbata. Ya les dije que expone lento. Pausado. Con paciencia. Usa gafas. Su pelo es negro, sin ninguna cana visible a la distancia. Su frente es amplia y tiene el cabello desordenado. Hacia arriba, como si – aunque sea muy poco probable- hubiera estado andando en moto sin el caso puesto. Es hora de las conclusiones:
- Hay investigaciones de interés que se han hecho en provincias y que no han tenido un rebote nacional. Lo que revela que hay una débil relación entre la prensa capitalina y la prensa de las regiones- lamenta Cruz. Este es el problema y hay que darle una solución.

Según el libro Hatun Willakuy, una versión abreviada del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación: existía un “sentimiento de exclusión e indiferencia que experimentaron las personas y comunidades que fueron las víctimas mayoritarias del conflicto armado interno. Muchos de ellos sintieron que para el resto del país, en especial para los principales centros del poder político y económico, lo ocurrido en sus pueblos, casa y familias sucedía en ‘otro país’”.(Pág.20) El problema del terrorismo tenía como factor clave esa separación entre la metrópoli y la periferia, la indiferencia del centralismo ante los problemas de las provincias. Algo que tiene que ver con lo que acaba de exponer Edmundo Cruz. Ojalá no se nos olvide iluminar nuestros caminos con las lecciones de este viejo lobo del periodismo.


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